William Ospina: "¿Dónde está la Franja Amarilla?"- ISANEMA.BLOGSPOT
Reseña- William Ospina: "¿Dónde está la Franja amarilla?"
Por: María Isabel Mena Lobo
Desde la primaria nos enseñan el patriotismo, los colores de la bandera, los departamentos, el mapa... Hasta que llegamos a conocer la historia, la verdadera historia. Como cuando al fin decidieron decir la verdad sobre el "Descubrimiento" de América, que en realidad fue una masacre y pura culturización por parte de los españoles.
Parece que estaba escrito en el camino, en el destino, en el universo, o en lo que sea. La Historia nos ha constatado que la vida del país y, en su mayoría de Latinoamérica ha sido un caminar de sufrimientos, de sangre y de esclavitud, desde el momento en que siquiera las barcas españolas tocaron suelo americano.
Colombia, con c de corrupción, con o de opulencia (pero para los ricos), con l de levantamientos, con m de matanza... Un país fracturado desde siempre, rico en biodiversidad y en diversidad cultural pero pobre en espíritu, un país a quién le han quitado la dignidad desde los tiempos de la independencia.
"¿Dónde está la franja amarilla?" es un libro escrito a manera de ensayo por el reconocido escritor colombiano William Ospina. Un ensayo que duele, pero que es completamente real.
Escrito en 1996, lo más decepcionante es leerlo por estos tiempos y darse cuenta que no mucho ha cambiado, más bien nada ha cambiado, o si lo ha hecho ha sido para peor. Los índices de pobreza siguen peor (al menos la mitad de la población vive en una miseria absoluta), la inseguridad es palpable en las ciudades del país y hasta en los pueblos, los índices de criminalidad van por la estratosfera, el desempleo se mueve para peor a la velocidad de la luz y ni hablar de la corrupción en el gobierno, que es la columna vertebral de ese monstruo que ha acechado el país desde siempre, el monstruo que representa la ruina.
Hasta diría que actualmente se vive uno de los peores gobiernos en la historia del país. En el libro, Ospina relata de una forma magistral, la historia de este país llamado Colombia. Comienza por una pregunta la cual es respondida a lo largo de las páginas siguientes en afirmaciones ciertas que brindan un conocimiento sobre qué nos llevó a esta situación.
"Más bien yo diría que lo que vivimos es el desencadenamiento de numerosos problemas represados que nuestra sociedad nunca afrontó con valentía y con sensatez; y la historia no permite que las injusticias desaparezcan por el hecho que no las resolvamos.
Cuando una sociedad no es capaz de realizar a tiempo las reformas que el orden social le exige para su continuidad, la historia las resuelve a su manera, a veces con altísimos costos para todos".
Ospina, en el título, hace referencia a uno de los períodos más convulsos de la historia, la guerra del bipartidismo, entre liberales, representados con el color rojo, y los conservadores, representados con el color azul. Ahora que la historia nos ha dado las respuestas y el rojo y el azul dejaron de ser un camino ¿Dónde está la franja amarilla?
Luego de la guerra del bipartidismo, que desató un odio colectivo y una intolerancia impresionante (se asesinaba por el color del pañuelo), se llega a un acuerdo entre los partidos y se forma el llamado "Frente Nacional" que no hizo sino empeorar la situación del país y dejar al Estado en manos de las mismas personas durante casi dos décadas (cosa que se sigue manteniendo hasta el día de hoy y que no ha abarcado sino miserias para la población del común).
Gaitán:
De allí, Ospina nos sumerge en el período del Gaitanismo y le dedica varias páginas a su líder y una de las figuras políticas más importantes de la historia del país, Jorge Eliecer Gaitán, al que siempre recordaré por aparecer en el antiguo billete de mil pesos colombianos. Curiosamente el billete de menor valor, tenía la frase más representativa, "Yo no soy un hombre. Soy un pueblo, y el pueblo es superior a sus dirigentes".
"Gaitán comprendió muy pronto que Colombia necesitaba con urgencia grandes reformas sociales , y el proyecto nacional siempre postergado se convirtió en su bandera.
Pertenecía al partido liberal, pero entendió que el principal enemigo de la sociedad colombiana era el bipartidismo aristocrático cuyos jefes formaban en realidad un solo partido de dos caras, hecho para saquear el país y beneficiarse de él a espaldas de las mayorías".
Gaitán empoderó a las masas. La gran maquinaria política temblaba ante su mayoría. Lastimosamente, Gaitán fue asesinado y nunca pudo llegar al que, en otra vida, sería su destino, la presidencia.
"Su claridad lo llevó a enfrentarse ingenuamente, es decir, de un modo valeroso, sincero y desarmado, a esa clase dirigente que se lucraba de la miseria nacional"...
"El discurso de Gaitán merece muchas reflexiones... Que haya sido un hombre de origen humilde quién ennobleció el lenguaje de la política y haya tenido eco de un pueblo pretendidamente ignorante y salvaje".
Finalmente, para terminar con la parte de Gaitán, Ospina recuerda el asesinato y dice:
"Si la mano que lo mató fue fanática o fue mercenaria, es algo indiferente: la causa evidente del crimen fue la campaña de difamación contra él, que lo caricaturizaba como un salvaje a la cabeza de una banda de caníbales".
Allí, comienza la nueva ola de violencia, desatada por el asesinato del líder gaitanista.
El narcotráfico y la clase media:
El Frente Nacional cerró además el acceso a las riqueza para las clases medias emprendedoras, y estas se vieron empujadas por ello hacia actividades ilícitas como el contrabando y el narcotráfico, ya que si una sociedad niega las posibilidades legales en el marco de la democracia económica, quienes aspiran a la riqueza solo tienen el camino de la ilegalidad".
Así, como en el párrafo anterior, se refiere Ospina al origen de otro de los grandes problemas que han aquejado a la sociedad colombiana, el narcotráfico.
Además, también se habla de lo errado que es pensar en seguir un modelo político y económico europeo, donde cada nación debería hacer sus propios modelos de acuerdo a sus limitaciones.
Conclusión:
"¿Dónde están los héroes? - Los héroes están en los cementerios, nos dice una voz al oído. Y entonces recordamos aquella pieza teatral en la que un personaje exclamaba: "¡Desgraciado el país que no tiene héroes!", y otro le responde: " ¡No, desgraciado el país que los necesita!".Colombia ha tenido muchos héroes, pero lo triste es que los necesita, porque siendo evidente la injusticia, siendo evidente el monstruoso contraste entre los que tienen mucho y no tienen nada, siendo evidentes la corrupción y el delito, las calles populosas de indigentes que bandas de muchachos ricos salen a asesinar en la noche, siendo evidente que la mitad del país no parece merecer respeto ni futuro, decirlo es ilegal y combatirlo puede ser mortal. Los dueños del poder en Colombia parecen dispuestos a sacrificar lo que sea con tal de conservar sus privilegios".
- ¿Dónde está la Franja Amarilla?
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